Hablar de impresión 3D, independientemente del ámbito, implica la reinvención del modo de llevar a cabo cualquier proceso.
Esto es lo que está sucediendo en arquitectura, donde la producción de una maqueta podía costar semanas e incluso meses, además, el resultado dependía de las habilidades de la persona que ejecutaba ese trabajo; un trabajo que, sin duda alguna, resultaba ser puramente artesanal.
Este cambio supone un nuevo salto en el que el verdadero y único reto es el diseño. Ya no existe una variable en la materialización de la maqueta, derivada de la necesidad de contar con un artesano en cuya mano está el resultado de esa materialización. Con la impresión 3D se puede obtener, prácticamente, casi cualquier forma, por compleja que ésta sea.
El diseño de cada objeto de decoración será al gusto del usuario, y adaptable al estilo de su vivienda.
Un bonito mueble o una hermosa pieza de porcelana pueden ser diseñados en ordenador, según el gusto de cada persona, de modo que pueda combinar con cualquier hogar y posteriormente ser impreso con tecnología 3D para usarlo en la decoración interna de cualquier vivienda. Cada objeto y cada detalle pueden ser personalizados gracias a la tecnología de impresión 3D, incluso con la forma geométrica más original que puedas soñar.
¿Qué lámpara o qué elementos decorativos colocar?, son algunas de las preguntas más frecuentes en el momento de plantearse un nuevo diseño o decoración; la tecnología de impresión 3D ayuda a que esto se convierta en algo muy sencillo de realizar, ya que, cada una de estas creaciones se obtendrá fácilmente mediante una rápida impresión y un previo diseño.
Sin duda alguna, las impresiones 3D son un paso hacia el futuro en el diseño del hogar, algo que simplificará esta actividad, ahorrará tiempo y mucho dinero en diferentes adquisiciones, logrando conseguir que el hogar de cada persona se convierta en parte de su personalidad y creará un ambiente visual totalmente original.
