A todo el mundo de pequeño nos ha apasionado algo; a algunos ser bombero, médico, profesor, etc., y aunque no en todos los casos se acaba logrando canalizar en una profesión aquello con lo que soñaba, en mi caso no puedo decir lo mismo.
Soy de Guadix, un pueblo de la provincia de Granada, y desde pequeño era un entusiasta de la construcción, de desmontar cosas, investigar su interior e incluso inventar y crear mis propios juguetes. Tanto es así, que con el paso de los años tuve claro que quería ser Ingeniero de Caminos y así lo hice, estudiando Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad de Granada. Tras finalizar, trabajé durante unos años en Grupo Salmerón, algo que fue clave a la hora de crecer en el mundo de la ingeniería y la empresa; tras esta experiencia, decidí ser emprendedor.
A día de hoy, me siento afortunado de ser director y creador de Escuela Junior de Ingeniería, puesto que me apasiona la docencia y la formación, y en este caso concreto, la de los más pequeños, a quienes considero que son el futuro; trabajo con ellos mediante nuestro propio método de enseñanza “emotionlab”. No obstante, también me encanta la formación con los adultos, porque la ingeniería no tiene edad y nunca es tarde para aprender y crecer profesionalmente. Tengo un claro objetivo: hacerte fácil lo difícil, y en este caso, desmitificar que la ingeniería sea algo complejo.